miércoles, 11 de septiembre de 2013

"En la parra man"

Con esto de grado, Bolonia y la madre que los parió, a todos nos pillan de nuevas los cambios. Pero, aunque solo sea porque les pagan, los profesores deberían estar más al loro.

Yo hoy, me centraré en mi querido tutor de proyecto de fin de carrera.

El nombre en clave que usaré es “en-la-parra-man”.

“En-la-parra-man” nos pidió al principio de la temporada que le mandásemos por correo un borrador con nuestro comienzo de proyecto, las ideas de las que queríamos partir.

Principio de proyecto es febrero.

Pues bien, intenté enviarle el proyecto repetidas veces. Y el correo lo denegaba. Lo intenté con las técnicas del ignorante (si aprietas treinta millones de veces el botón de enviar, llegará).

Como mi técnica infalible no funcionaba, lo imprimí y me personé en su despacho. Durante seis días. En su horario de tutoría. No estaba.

Cambié de técnica. Llamarle todos los días a horas diversas para ver si le localizaba. Un día me cogió el teléfono. Su compañero de despacho. Le dejé el siguiente recado: “dígale, por favor, que se ponga en contacto conmigo porque el correo no me deja enviarle el borrador”.

Las dos semanas siguientes mezclé todas mis técnicas. Enviar fallídamente el correo, ir a su despacho a ver si aparecía, llamadas al despacho.

Rien de rien.

Hasta que, milagros de la vida, coincidimos en su despacho.

-Hola, buenas tardes, vengo a entregarle el borrador de mi proyecto.
-No te lo cojo, llegas varias semanas tarde
-No, he intentado contactar con usted y nunca coincidíamos
-¿Ah, sí?,¿me has mandado correo?
-Sí, pero me salía como error
-¿Me has llamado al despacho?
-Sí, pero no estaba en sus horas de tutoría
- Y… ¿me lo has metido en mi buzón?
-No, porque no tiene
-Ah
-Como comprenderá no podía hacer nada si el correo no funciona, usted no me coge el teléfono y no le encuentro en el despacho
-Pues… fallo tuyo porque no has agotado todos los medios. No me lo has enviado por carta

Le miro. Miro el trabajo. Le vuelvo a mirar esperando que diga que es una broma. Dejo el trabajo en la mesa de “en-la-parra-man” y me marcho sin palabras.

Hoy, tras haber entregado el trabajo hace cuatro meses (ya tengo la nota y todo), me llama y me dice que se había olvidado de informarme de que si no subo el trabajo al correo de la universidad antes de mañana es como si no lo hubiera hecho.

Hoy me avisa.

Tengo la nota del proyecto desde el 7 de Junio.




Gracias Dios, por poner en mi camino a personas como “en-la-parra-man” y poder comprobar que les va bien en la vida y tienen familia y trabajo. Me hace ver la luz al final de mi túnel. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario